Balmis y su tiempo

Este módulo presenta el personaje de Balmis, su vida y el entorno de su época. Mediante un rompecabezas de madera se propone al visitante recomponer el rostro de Balmis. A medida que se colocan las piezas del rompecabezas en su posición correcta se iluminan unas casillas que presentan episodios de su biografía.

Balmis y Salvany fueron los artífices de la expedición

Francisco Javier de Balmis, director de la "Real Expedición Filantrópica de la vacuna" regresó a España en 1806, tres años después de su partida. José Salvany permaneció en América del Sur difundiendo la vacuna contra la viruela hasta 1810, cuando murió mientras intentaba llevarla a Buenos Aires. Ambos son los artífices de la primera campaña de vacunación masiva en la historia de la medicina.

Balmis era un alicantino culto, optimista, activo, tenaz, valiente y con dotes para la organización y el mando. Cuando fue nombrado director, a los 49 años, llevaba una vida dedicada al ejercicio de la medicina y había residido en América, por lo que su elección fue muy acertada. Pero también era intransigente, irascible y excesivamente seguro de sí mismo; mientras preparaba la expedición se ocupó de concentrar todo el poder. Fue traductor del primer tratado sobre vacunaciones que se publicó en España, y logró el reconocimiento por todo su trabajo. Hizo interesantes estudios botánicos, por lo que se le dedicó el nombre de una planta, la Begonia balmisiana.

Salvany tenía 26 años cuando lo nombran miembro expedicionario, y era un médico barcelonés desconocido pero de brillante expediente académico y profesional. Su protagonismo comienza cuando la expedición se divide a causa de las graves epidemias que asolaban América del Sur, pues Balmis lo elige para dirigir el nuevo grupo expedicionario. Su iniciativa, tesón y laboriosidad es lo que permitió la difusión de la vacuna en esas tierras. Sufrió muchos problemas de salud, y durante la expedición perdió el ojo izquierdo y la movilidad de una muñeca. Pidió algún cargo público que le permitiera descansar pero nunca se lo concedieron, y murió desempeñando su labor.